Mario Álvarez Monrroy
Aunque el Banco de México ha recortado en 150 puntos base su tasa de interés en lo que va del año, la inflación sigue sin ceder por completo y mantiene niveles superiores al objetivo oficial, advirtió Manuel Sánchez González, exsubgobernador del banco central.
“El reto principal es mantener el control inflacionario en un contexto de desaceleración económica y presiones externas”, afirmó Sánchez.
Para el economista, si bien hay espacio para seguir relajando la política monetaria, esta debe ejecutarse con flexibilidad y sin perder de vista la trayectoria de los precios al consumidor.
Durante su participación en el pódcast Norte Económico de Banorte, donde enfatizó la necesidad de actuar con cautela ante un entorno monetario desafiante, Sánchez González recordó que la inflación anual repuntó a 4.4% en mayo, por encima del rango de tolerancia de Banxico.
Además, consideró que las recientes decisiones del banco central parecen estar guiadas por una estrategia predeterminada, basada en la tasa real, lo cual puede ser riesgoso si no se ajusta a las condiciones actuales.
Subrayó que el impacto de los aranceles estadounidenses representa un choque de oferta que podría traer mayor inflación, incluso si la actividad económica se debilita.
Contexto: en mayo, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) recortó la tasa de interés en 50 puntos base, con lo cual la tasa de referencia se ubica en 8.50%. Con el último ajuste, van tres veces consecutivas de bajas, de la misma magnitud. En lo que resta del año habrá otros cinco anuncios de política monetaria.
Manuel Sánchez González se desempeñó como Subgobernador del Banco de México desde el 27 de mayo de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2016, formando parte de la Junta de Gobierno del banco central.
La economía mexicana, en franca desaceleración
Sánchez advirtió que el crecimiento económico de México muestra una tendencia preocupante. “La tasa anual del PIB pasó de 4.6% a finales de 2022 a apenas 0.6% en el primer trimestre de 2025”, detalló. Esta caída, explicó, refleja el agotamiento de factores temporales como la inversión pública en infraestructura y el auge de la construcción derivado del nearshoring.
El especialista indicó que la recuperación tras el impacto del covid-19 concluyó hacia mediados de 2022, pero desde entonces la economía ha perdido impulso. Entre los factores que han limitado el dinamismo mencionó la caída de la inversión privada, la moderación del consumo y una menor creación de empleos. Incluso, prevé que el PIB podría contraerse entre 0.5% y 1% este año.
Asimismo, alertó que los efectos positivos esperados por la relocalización de empresas aún no se reflejan plenamente en los indicadores. Señaló que sería deseable reenfocar la estrategia económica hacia una mayor integración exportadora y menos en medidas de sustitución de importaciones, como las que promueve actualmente Estados Unidos.

Choque proteccionista de EU presiona inflación y frena inversión
En el ámbito internacional, Sánchez subrayó que la reelección de Donald Trump y su renovada agenda proteccionista están generando un entorno adverso para el comercio global.
“El proteccionismo de Estados Unidos está provocando fragmentación en las cadenas de suministro, elevando los costos y sembrando incertidumbre que paraliza decisiones de inversión”, advirtió el exsubgobernador de Banxico.
México, como socio comercial estratégico de EU, enfrenta un impacto directo en sectores clave como las manufacturas y la industria automotriz. Sánchez recordó que durante el primer mandato de Trump, la guerra comercial derivó en una caída en la producción industrial estadounidense, lo que afectó negativamente las exportaciones mexicanas.
Además, advirtió que los aranceles representan un choque de oferta que podría traducirse en una combinación adversa: inflación importada con menor crecimiento. En este sentido, subrayó que México ya ha vivido episodios de estanflación —alta inflación con bajo crecimiento— por lo que instó a tomar en cuenta esta posibilidad al trazar la política monetaria y fiscal.
El desafío extra del Banco de México
A juicio del exsubgobernador, el mayor reto del Banco de México no solo es contener la inflación, sino también comunicar de forma efectiva sus decisiones. “No basta con estar comprometido con la meta, también hay que parecerlo”, dijo, al referirse a la importancia de mantener la confianza de los mercados y del público en la conducción monetaria.
Criticó que el banco central minimice los recientes repuntes inflacionarios y continúe con recortes de 50 puntos base como si se tratara de una ruta automatizada. “Reducir la tasa sin responder a las señales del entorno puede ser contraproducente, especialmente si se basa en un modelo que considera la política como binaria —restrictiva o no— sin matices de intensidad”, advirtió.
Finalmente, reiteró que la política monetaria debe ser flexible, con un enfoque claro en la evolución de los precios y con una estrategia de comunicación transparente. De lo contrario, podría ponerse en riesgo la credibilidad del banco central y, con ello, su capacidad de anclar las expectativas inflacionarias en el mediano plazo.