Redes de Poder
Se acabó una polémica, de momento, y al menos en la primera foto oficial de los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que iniciaron su periodo el día de ayer, estos aparecieron con la tradicional toga que ha acompañado a los integrantes del tribunal y que se había puesto en duda. La única libertad, por así llamarla, se la tomó el ministro presidente Hugo Aguilar, quien añadió un bordado tradicional a la suya. Hay que puntualizar, que, como se dio a conocer en días pasados, la proveedora histórica de esta vestimenta para los ministros rescindió su contrato con la Corte, debido a que el último pedido llegó de forma extemporánea, por lo que ahí queda otro vacío. Aún está presente la idea de poder modificar en algún momento la ley para quitar la obligatoriedad del uso de la toga, y el propio Hugo Aguilar ha mencionado que su intención es encabezar las sesiones portando una vestimenta tradicional indígena. Veremos si más adelante se reabre la posibilidad. De momento, además de todas las actividades que tuvieron el día de ayer los ministros al iniciar su encargo, y con todo lo que viene por delante, el uso o no, de la toga, parece una preocupación menor.
Se les cae el negocio Honoris Causa
Tras revelar en este medio que los Doctorados Honoris Causa se venden en paquetes de hasta 35 mil pesos para quien quiera ser investido, nos cuentan que más de un político, empresario y hasta artista se puso nervioso.
Nos dicen que varios, discretamente, retiraron de sus oficinas y muros cualquier diploma o medalla entregada por organizaciones como la OMLID, con los que antes posaban orgullosos. También, borraron de redes sociales las fotos donde presumían el reconocimiento.
Pero eso no es todo; el golpe fue tal que algunos personajes que ya se habían apuntado para ser investidos en ceremonias que aparentan ser solemnes optaron por cancelar y no pagar. No vaya ser que les digan “doctores de papel”.