Christian García Muñoz
La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB) enfrenta un momento crítico con la elección de un nuevo titular, en un contexto con más de 130 mil personas desaparecidas y no localizadas en el país. Las familias de las víctimas demandan un enfoque más humano y efectivo, mientras que el proceso de selección de candidatos ha desatado controversias, incluyendo preocupaciones sobre posibles conflictos de interés.
Se espera que el nuevo liderazgo implemente estrategias más efectivas para localizar a las personas desaparecidas y que trabaje en colaboración con las familias de las víctimas, organizaciones de derechos humanos y diversas instancias gubernamentales con el objetivo de aumentar el número de personas localizadas.
El 8 de agosto, la Secretaría de Gobernación (Segob) anunció las bases para la designación, mediante consulta pública, de un nuevo titular para la Comisión Nacional de Búsqueda, tras la renuncia de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, quien ocupó el cargo desde octubre de 2023.
Desde el principio, familias y colectivos de búsqueda criticaron la falta de idoneidad y el perfil partidista de la gestión saliente, en un contexto marcado por la crisis de desapariciones en el país.
Tras la primera parte del proceso de selección iniciado por la Segob, sólo 27 de las 76 personas que fueron postuladas para buscar la titularidad de la comisión, cumplieron con los requisitos de ley y comparecerán ante la dependencia para exponer sus planes de trabajo.



Entre los nombres de la lista está Javier Ignacio Díaz Ballesteros, de quien familiares de víctimas advirtieron un posible “conflicto de interés” al tener un puesto de dirección en la CNB. También María Sol Berenice Salgado Ambros, excomisionada de búsqueda en el Estado de México, y Martha Lidia Pérez Gumecindo, fiscal especializada de desaparición forzada de la Fiscalía General de la República.
El descubrimiento del rancho Izaguirre en Jalisco fue un parteaguas en la lucha por los desaparecidos, porque obligó a la actual administración federal a atender las necesidades de las familias afectadas. Sin embargo, la situación en la CNB se volvió insostenible, lo que llevó a la Segob a iniciar un proceso de consulta para elegir un nuevo líder.
Nombramiento de comisionado de búsqueda no debe ser politizado
El termómetro que debe regir este proceso de designación tiene que ser la voz de las familias, escuchar sus experiencias y no cualquier criterio que tenga alguna relación con cotos de poder, declaró César Contreras León, abogado en el área de Defensa Integral del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh).
Además hizo un llamado a que la consulta se abra, por supuesto, a las personas candidatas, pero también se escuche cuáles son los comentarios de las familias, que son quienes han conocido directamente el trabajo de muchas de estas personas que son exfuncionarios públicos y algunos han sido titulares de comisiones estatales de búsqueda.

Destacó la importancia de que se respete el proceso que está establecido en la Ley General en Materia de Desaparición sobre cuáles son los lineamientos para la designación de la próxima persona comisionada. Desde los requisitos básicos como ser ciudadana o ciudadano mexicano, no haber sido condenado por la comisión de un delito o inhabilitado como servidor público y contar con un título profesional.
“Hay otros estándares que también son muy importantes, como, por ejemplo, el no haber desempeñado un cargo de dirigencia de algún partido político dentro de los dos años previos a su nombramiento.
“Lo importante es que la propia ley prevé la separación de los partidos políticos del perfil y evitar que el proceso y el nombramiento se politicen. Y por lo tanto, se debe buscar un perfil técnico, que tenga un desempeño profesional destacado en el servicio público, en la sociedad civil o en actividades académicas relacionadas con la materia de la ley”, explicó.
Contreras León aclaró que quien ocupe la titularidad de la CNB no necesariamente debe tener una profesión en particular, pero sí un perfil destacado y técnico en el conocimiento de la búsqueda de personas, que puede ser desde el área forense, jurídica o de disciplinas que puedan contribuir a asumir el reto de tomar las riendas de la Comisión.
Otro requisito medular es que tenga conocimiento y experiencia en derechos humanos y búsqueda de personas, conocimientos en investigación criminal o en ciencias forenses, es algo que también marca la ley.
“Estos lineamientos no son menores, no están en todas las legislaciones y si están en la ley general en materia de desaparición, es precisamente porque fueron producto del diálogo que impulsaron las familias en su momento para la creación de la ley”.
Es prioridad abrirse a familias de desaparecidos
Ante la pregunta sobre qué es lo primero que debe hacer la persona que sea elegida como titular de la CNB, el representante del Centro Prodh señaló que debe ocurrir lo que no ocurrió, en lo absoluto, en la anterior gestión, que es el abrir las puertas de la Comisión para escuchar las necesidades de las familias, para escuchar los dignos reclamos de las víctimas.
“Desafortunadamente, durante la última administración, esas puertas se cerraron, dejó de haber una interlocución positiva y constructiva con la excomisionada y, por lo tanto, ahora ese tiene que ser el primer paso: poder abrirse a la escucha de las familias, pero también permitir la asesoría técnica tanto de las organizaciones de la sociedad civil como de las organizaciones internacionales en materia de derechos humanos”.
Abrir ese diálogo, mencionó, va a permitir recuperar y entender verdaderamente cuál es el sentir actual de las familias, cuáles son sus expectativas, sus necesidades, sus exigencias, y partir de ello para realizar un plan de trabajo en conjunto “que le dé norte” a los esfuerzos y trabajos que tiene por delante la Comisión Nacional de Búsqueda.
Dos comisionadas en seis años
Los colectivos han exigido que su sufrimiento no sea ignorado y destacan la urgencia de una Comisión Nacional de Búsqueda que combine profesionalismo y empatía. La próxima designación, dicen, debe ser un proceso constructivo que escuche y reconozca a las familias, con el fin de fortalecer una política pública efectiva en la búsqueda de desaparecidos.
Desde su creación, en 2019, la comisión ha tenido dos titulares. La primera comisionada fue Karla Quintana Osuna, quien asumió el cargo el 8 de febrero de 2019, designada por la Secretaría de Gobernación, bajo la propuesta de Olga Sánchez Cordero, entonces titular de la dependencia.
Sin embargo, Quintana renunció el 23 de agosto de 2023, citando como argumento “los contextos actuales”. Aunque se conoció que existieron diferencias con el gobierno sobre la contabilización y categorización de personas desaparecidas.
Sus planteamientos no lograron concretarse, tras su salida. Y en diciembre de 2024, fue nombrada por las Naciones Unidas como jefa de una institución internacional para los desaparecidos en Siria.
La segunda comisionada fue Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, quien llegó al organismo el 23 de octubre de 2023, luego de un proceso de selección impulsado por la Segob con participación de colectivos de víctimas.
Ese nuevo nombramiento generó críticas por parte de familiares de desaparecidos y organismos defensores de derechos humanos, al considerar que Reyes Sahagún carecía de experiencia previa en búsqueda de personas.
Finalmente su renuncia fue anunciada el 29 de julio pasado y la Segob adelantó que se abriría un proceso de consulta pública para designar a su sucesor.
La gestión de la excomisionada Reyes Sahagún fue cuestionada por su falta de experiencia, pero además por un capítulo que resultó insultante para los familiares de desaparecidos, cuando, tras la implementación de un censo, se pretendió reducir las cifras de casos.
Encomiendas por enfrentar
César Contreras León, abogado de Prodh, indicó que, pese a que existe una ley en la materia, las anteriores titulares de la CNB han dejado pendientes constantemente señalados por colectivos de búsqueda y organizaciones defensoras de derechos humanos.
“Hay múltiples pendientes. Por ejemplo, emitir el Programa Nacional de Búsqueda, que está previsto en la Ley General en Materia de Desaparición, que no se ha emitido hasta la fecha y que debería de ser el instrumento de política pública que señale la brújula de los esfuerzos de la Comisión Nacional de Búsqueda y de un conjunto de instituciones y herramientas que deben de integrarse y articularse para lograr una política efectiva contra las desapariciones”.
También señaló el abandono y desmantelamiento del Centro Nacional de Identificación Humana, iniciativa que debe ser una de las prioridades para la próxima comisionada o comisionado, y se debe recuperar para dedicar esfuerzos extraordinarios y hacer frente a la crisis forense de más de 72 mil cuerpos no identificados en el país.
Otra tarea que debe asumirse es la implementación de las reformas aplicadas a la ley de desaparecidos, por ejemplo la Alerta Nacional de Búsqueda, cuyo funcionamiento corresponde definir a la CNB a través de lineamientos que se adapten al Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas.
“Que no sea simplemente un esfuerzo pobre de difusión de boletines, sino un auténtico esfuerzo de difundir la información integral, por ejemplo, a todo el sistema de radiodifusión, de televisión pública, sobre la búsqueda de personas desaparecidas”, precisó.
Un reto más, explicó Contreras León, es la integración de información al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, “que se había convertido en un instrumento perverso del Estado mexicano para reducir la cifra de desapariciones, y que tiene que reivindicar ahora su lugar, como siempre lo han buscado las familias”.
Exige que sea una herramienta para la búsqueda de personas, no solamente un conteo estadístico, pues se trata de aglutinar toda la información para tomar decisiones en la materia de la mejor manera y conforme a la evidencia.
Integrarán a familiares y especialistas
En el presente sexenio, la CNB ha buscado dar mayor protagonismo a las familias de las personas desaparecidas, quienes exigen un enfoque más humano y accesible por parte de la institución.
Con un compromiso renovado, se espera que el nuevo liderazgo implemente estrategias más efectivas para localizar a las víctimas y trabaje de manera colaborativa con las familias, organizaciones de derechos humanos y diversas instancias gubernamentales.
El proceso para la designación avanza con 27 finalistas, propuestos por colectivos, figuras expertas y organizaciones de la sociedad civil, y que cumplieron con los requisitos para seguir en la consulta pública, informó la Segob.
En conferencia de prensa, el pasado 22 de agosto, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, informó lo anterior al anunciar que los interesados serán llamados a entrevistas, a fin de conocer su experiencia, visión y plan de trabajo.
Hasta la fecha, tras la primera fase del proceso de selección, solo 27 de las 76 postulaciones cumplieron con los requisitos legales necesarios para avanzar. Estos candidatos comparecerán entre el 31 de agosto y el 9 de septiembre ante la CNB para presentar sus planes de trabajo, lo que representa una oportunidad para que se escuchen sus propuestas en un contexto tan crítico.
Previamente, del 28 al 30 de agosto se recibieron comentarios de colectivos y organizaciones en el mismo micrositio de la consulta pública. De acuerdo con el calendario que dio a conocer la Segob, el 10 de septiembre, la secretaria de Gobernación le llevará a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo los perfiles más idóneos.
Como parte del proceso, en los próximos días, el Senado de la República deberá emitir el dictamen sobre las personas que deberán integrar el Consejo Nacional Ciudadano del Sistema Nacional de Búsqueda.
Después, la Junta de Coordinación Política enviará a la Mesa Directiva el acuerdo con la propuesta de designación; y será el Pleno el que discuta y, en su caso, apruebe a las y los integrantes del mencionado Consejo.
Dicho órgano estará integrado por cinco familiares de personas desaparecidas; cuatro especialistas de reconocido prestigio en la protección y defensa de los derechos humanos, uno de ellos deberá contar con especialidad forense. También estarán cuatro representantes de organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de los derechos humanos.
La CNB se encuentra en un momento decisivo que podría redefinir su papel en la búsqueda de personas desaparecidas en México. La comunidad espera que el nuevo liderazgo no solo escuche, sino que actúe con eficacia y sensibilidad ante una de las crisis más desgarradoras del país. La participación activa de las familias y organizaciones de derechos humanos será fundamental para asegurar que se implementen cambios significativos y duraderos.