Certidumbre al futuro de la UAS

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Gabriel Yánez.

Así como los anuncios hechos por la Presidenta de México, la semana pasada cerró con otro importante tema de interés general. En esta ocasión el portavoz del mismo fue el Rector de la UAS, Dr. Jesús Madueña Molina, a quien cada vez más sinaloenses le reconocen su liderazgo, así como el titánico esfuerzo que está llevando a cabo al interior de la Universidad, para sacarla del complicado atolladero financiero en que se encuentra. Y es que este próximo 10 de octubre, es el día marcado en el calendario de esa institución Rosalina, para que todos sus trabajadores (activos y jubilados) opinen y decidan sobre la reforma integral universitaria. Como su nombre los dice y que ha sido ya plenamente socializado, será una toda una transformación no sólo será en términos financieros, sino también administrativa, laboral y normativa. En esta reingeniería se han incluido todas las demandas presentadas, incluso aquellas provenientes de quienes al parecer, no les ha caído aún el veinte (o no han entendido) que sin esa reforma es inminente el colapso de la UAS. De obtener el aval de los universitarios, Madueña Molina aseguró que la reforma empezará surtir efectos a partir del 1 de enero del 2026. Para ello se habrán de seguir dos rutas: una laboral, que deberá encabezar el sindicato universitario con sus propios procedimientos, y otra académico-administrativa, enfocada en compactar grupos, reorganizar unidades académicas afines y, muy particularmente, revisar (como mucho se ha pedido) todas las plantillas de trabajadores para eficientizar el gasto.

En su llamado a la comunidad universitaria, el Rector aclaró que “esta reforma no es una ocurrencia o un tema de Jesús Madueña, como algunos por ahí pretenden hacerlo ver, sino que hay un documento que nos mandó la SEP, donde nos dicen que tenemos que hacer cambios a nuestro sistema de pensiones o jubilaciones, o de plano no va a haber ya recursos para la universidad”.