Esta reingeniería no es del rector: es política nacional

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Fernanda Montes Romo.

Que se escuche fuerte y claro: esta propuesta no nace en la UAS

La reingeniería integral y financiera que se pondrá a consulta en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) no es un proyecto personal ni un capricho del rector Jesús Madueña Molina. Se trata de una medida enmarcada en la política educativa nacional, diseñada y respaldada desde el Gobierno Federal y avalada por los tres poderes de la República.

Primero los pobres: la prioridad nacional en educación

El Gobierno Federal ha marcado una ruta inequívoca: los recursos públicos se destinan a becas del bienestar y a nuevas instituciones estratégicas como las Universidades Benito Juárez y Rosario Castellanos. Bajo esta lógica, las universidades estatales deben garantizar por sí mismas la viabilidad de sus prestaciones, en particular de sus sistemas de pensiones. Quienes no implementen mecanismos internos de ajuste, simplemente no recibirán rescates financieros.

El Poder Judicial ya lo dijo: la viabilidad está por encima de intereses particulares

El proyecto de la ministra Lenia Batres en la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió el caso de la Universidad Autónoma de Nayarit, donde un jubilado impugnó la cláusula que lo obligaba a aportar al fondo de pensiones. La Corte fue clara: la medida es legal, responde a una prestación extra, y es indispensable para garantizar la viabilidad institucional. El precedente es contundente: la jubilación implica un corte con la vida activa, y la estabilidad universitaria debe prevalecer.

La autonomía es responsabilidad, no licencia para la inercia

Desde la Subsecretaría de Educación Superior, Ricardo Villanueva Lomelí ha reiterado que los presupuestos ordinarios ya se entregan de manera puntual. El mensaje es que las universidades deben ejercer su autonomía para diseñar soluciones internas. Autonomía no significa quedarse de brazos cruzados, significa gestionar con responsabilidad.

Esto no es un capricho rectoral

El rector de la UAS ha demostrado apertura al convocar a una consulta amplia, incluso incorporando a jubilados que legalmente no forman parte de la comunidad activa. Pero que nadie se confunda: la decisión de emprender esta reingeniería no nace en su escritorio, sino en la directriz nacional que el Gobierno Federal ha trazado para todas las universidades públicas estatales.

Los que se oponen, se engañan o engañan

Reducir el debate a una cuestión personal contra el rector es un error o un intento deliberado de confundir. Esta política no es local ni coyuntural, es nacional. Los opositores que lo niegan actúan desde la nostalgia, el ego o la mezquindad, no desde el interés genuino por el futuro universitario.

La UAS no está sola, pero sí tiene un reto histórico

Lo que existe hoy es un gran pacto de Estado: el Gobierno Federal, el Poder Judicial, el Gobierno Estatal y la propia Universidad alineados en una misma ruta. La reingeniería es el camino obligado para garantizar sostenibilidad y futuro. La comunidad universitaria debe asumir que lo que se decide no es la continuidad de un rectorado, sino la sobrevivencia misma de la institución y el derecho de miles de jóvenes sinaloenses a una educación de calidad.