Diana Benítez.
Con 70 votos a favor y 39 en contra, Morena y aliados lograron la aprobación de la reforma a la Ley de Amparo
El Senado de la República aprobó las modificaciones a la Ley de Amparo la madrugada de este jueves 2 de octubre. La iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum se suavizó, pero la oposición advirtió que en el fondo se sigue afectando el interés colectivo.
La reforma a la Ley de Amparo se aprobó con 70 votos a favor y 39 en contra en el Senado, lo que dio a Morena y aliados la mayoría suficiente.
Además de la votación general, los senadores tenían pendiente la discusión de una reserva presentada por el morenista Manuel Huerta para que los juicios de amparo que se encuentren en trámite continúen desahogándose conforme la nueva ley, algo que ya se había quitado en comisiones; es decir, aplicar la ley de manera retroactiva.
Ante las críticas que hubo por la iniciativa original, el senador Javier Corral Jurado, presidente de la Comisión de Justicia, de Morena, especificó los cambios hechos al dictamen, entre ellos que el interés jurídico aplicará para la sociedad civil y derechos colectivos, “pero con la claridad necesaria para evitar abusos o distorsiones en su uso”.
Las personas a las que se les congelen cuentas, tendrán acceso a un mínimo vital.
La iniciativa original permitía a las autoridades declararse imposibilitadas de cumplir las sentencias, pero ante críticas de impunidad, “ratificamos que las sentencias de amparo son plenamente obligatorias”.
Enrique Insunza, de la Comisión de Puntos Constitucionales, destacó que la reforma moderniza el juicio de amparo, al permitir que también se tramite vía digital, lo que dará paso a una justicia “ágil y humanista”.
La priista Carolina Viggiano acusó que hubo presiones hacia Corral Jurado para retornar un artículo transitorio que obligaba a que los juicios de amparo que están en proceso se resolvieran conforme a la nueva ley; es decir, que fuera retroactiva.
Puso en duda los cambios, pues la reforma es un “manos libres” para el Ejecutivo.
“No, no lo suavizaron, lo enredaron. Igual significa que ya no será posible acudir a los tribunales para defender causas colectivas como la protección de ríos, bosques o ecosistemas”, reprochó.
Los priistas pusieron pancartas en sus escaños con frases como “Morena, el desamparo de México”, “Morena pone al poder sobre el pueblo”.
La panista Lilly Téllez, quien llamó “narcosenador’ a Adán Augusto lópez, consideró que es una “reforma (a la ley de amparo) para abollar el único escudo de los ciudadanos ante el gobierno corrupto”. Guadalupe Murguía, del PAN, afirmó que es una reforma que “fortalece y blinda a las autoridades”.
Amalia García, de MC, dijo que es una contrarreforma, pues “deja fuera derechos de colectividades”, ya que la figura del interés legítimo incluso fue usada por el hoy presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para tirar una concesión minera a favor de una comunidad en Puebla.
El Financiero