Carlos Montesinos
Los bloques conformados por los partidos políticos nacionales durante los últimos años comienzan a difuminarse a medida que las dirigencias inician los trabajos para disputar las elecciones de 2027, y apuestan por la competencia en solitario.
Este fin de semana, en el relanzamiento del PAN, el presidente de ese partido, Jorge Romero, anunció que “el futuro de Acción Nacional no depende ni dependerá de ninguna alianza partidista ni pasada, ni presente, ni futura”.
De manera unilateral, el PAN dio carpetazo a cinco años de alianza electoral con el PRI de Alejandro Moreno, periodo en el que disputaron con poco éxito dos elecciones federales, incluyendo la presidencial del año pasado, en la cual su tercer aliado perdió el registro.
Como parte de la alianza que constantemente cambió de nombre, PAN y PRI disputaron 26 gubernaturas. De las cuales ganaron Coahuila y Durango con los priistas Manolo Jiménez y Esteban Villegas, así como Guanajuato y Aguascalientes con Libia Dennise García Muñoz Ledo y Tere Jiménez, respectivamente.
Al mismo tiempo, cerró la puerta a una especulada coalición con Movimiento Ciudadano, cuyo líder, Jorge Álvarez Máynez, señaló en redes sociales que “el camino nunca fueron las alianzas en las que tanto insistieron los partidos de la vieja política y los poderes fácticos”.
Desde el cambio de paradigma que representó la elección de 2018, el partido naranja se ha mantenido en solitario, lo que coincide con el mayor crecimiento que ha registrado ese instituto político desde su fundación.
En este periodo no solo logró ganar la gubernatura de Nuevo León y mantener la de Jalisco, sino también pasó de apenas un millón de votos en la elección presidencial de 2018, cuando se alió al PAN y PRD, a obtener más de 6.2 millones en 2024.
Por el lado del oficialismo, Morena expresó su interés en replicar la alianza con los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México con los que abanderó a la presidenta Claudia Sheinbaum y que representan mayoría calificada en el Congreso de la Unión.
Morena también tiene alianzas
El partido oficial se mantiene como principal fuerza política y es, a la vez, el que más arriesga en 2027. No sólo por la posibilidad de perder la mayoría en la Cámara de Diputados, sino también porque expondrá 12 de las 23 gubernaturas que controla.
Aunque es el partido con mayor fuerza electoral durante la última década, Morena sólo ha ganado una gubernatura en solitario, la de Guerrero con Evelyn Salgado en 2021. En el resto ha contado con acompañamiento de partidos nacionales o locales.
Sin embargo, la dirigencia de Luisa María Alcalde reiteró el candado antinepotismo de Morena y adelantó que la nueva Comisión Evaluadora de Incorporaciones revisará los perfiles postulados por el partido, incluyendo las candidaturas en alianza.
Esto siendo que, en septiembre pasado, Manuel Velasco, coordinador de los senadores verdes, dio a conocer que buscarían postular candidatos propios en estados como San Luis Potosí e incluso en elecciones posteriores, como la de Tamaulipas en 2028.
Aunque Velasco enfatizó que esto no significa el fin del bloque legislativo que respalda a la presidenta Claudia Sheinbaum, personajes como su compañero de bancada, Luis Armando Melgar, acusó que Morena se ha llenado de “ratas”.
El Verde sigue los pasos del PT pues, tras su buen resultado en solitario en las municipales de Veracruz, el dirigente Alberto Anaya expresó:
“Es hora de que nuestro partido trabaje de manera consistente para conquistar algunas gubernaturas”.
De los seis partidos políticos con registro nacional actualmente, el PT de Anaya es el único que no ha ganado una gubernatura. Su mejor resultado fue el tercer lugar que Ricardo Mejía logró en Coahuila en 2023 con el 13 por ciento de la votación.
Tensión entre moral y pragmatismo electoral
Para José Manuel Urquijo, fundador de la agencia de estrategia Sentido Común Latinoamérica, Morena y el PAN enfrentan dilemas morales entre mantener los valores que pregonan o las alianzas que les han resultado rentables en material electoral y legislativa.
“Los partidos políticos no es que sean solamente entes que buscan el bien común o lo moralmente correcto. Buscan el poder y en la búsqueda del poder, pues también se basan de tácticas y pragmatismo”, destaca.
Por un lado, señala la tensión generada por Morena al aplicar la prohibición al nepotismo que será ley hasta 2030. Lo que ha llevado al Verde a planear su propia ruta con la senadora Ruth González y al senador Saúl Monreal a buscar una candidatura alternativa en Zacatecas.
“Morena sabe que tiene militancia, que tiene una base, que tienen estructuras consolidadas en todo el país, pero también sabe que en el Congreso necesita la fuerza de los otros partidos de la alianza para lograr esas supermayorías”, opina.
De igual manera, menciona que en su búsqueda ideológica, el PAN también enfrenta tensión con dirigentes estatales que ven como “candidatos naturales” a alcaldes que abanderaron con el PRI, como Adrián de la Garza en Nuevo León o Antonio Astiazarán en Sonora.
La del PAN y PRI “fue una alianza súper pragmática que solamente buscaba el poder por el poder porque no ofrecían una visión o una alternativa a lo que estaba ofreciendo Morena, simplemente era sacar a Morena del poder”.
Partidos buscan reposicionarse
De mantenerse las posturas que actualmente sostienen los partidos políticos, las elecciones de 2027, donde se renovarán la Cámara de Diputados y 17 gubernaturas, marcarán el fin de la tendencia de bloques que se desarrolló durante prácticamente un sexenio.
En 2020, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador señaló, incluso celebró, esta dinámica al considerar que la alianza entre PAN, PRI y el extinto PRD había convertido las elecciones en un referéndum de continuidad o freno a la llamada Cuarta Transformación.

Al respecto, el doctor David Morales de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, plantea que “definitivamente hay un reposicionamiento o un intento de reposicionarse” por parte de los partidos políticos dado que todos han experimentado problemas propios.
“Los partidos que piensan no aliarse en estas próximas elecciones son los que tienen la confianza de que por sí solos obtendrán un número importante de curules y que en las distintas elecciones estatales pueden competir por sí mismos”, considera.
El peso local en las elecciones
Por esta razón, varios partidos apuestan al plano estatal y municipal para crecer ante la pérdida de arrastre y liderazgos, como el caso de PAN y PRI, o por la posible ruptura con un partido más fuerte, como parece ocurrir con el PVEM y PT.
“En este momento la visión de ellos es regresar al ámbito municipal, el ámbito local, un tanto las gubernaturas, porque ahí han crecido o ahí fue su origen”, dice sobre sobre las distintas estrategias que se comienzan a desarrollar.
Sin embargo, también menciona el peso que esto da a las dinámicas locales, en las cuales “los partidos han sido ya utilizados solo como etiquetas y a veces lo que importa más son los liderazgos, los que ya han ocupado un cargo político en distintos ámbitos”.
Sobre la decisión del PAN de no mantenerse junto al PRI, lo atribuye a que este último, “como institución, ahí sí, de carácter nacional, perdió estructura, perdió liderazgo y perdió liderazgos que fueron los tránsfugas políticos que se fueron a Morena”.
En cuanto al bloque oficialista, el académico observa que PVEM y PT buscan más una suerte de realineamiento en el ámbito local sin romper del todo con Morena, particularmente respecto al bloque legislativo siempre y cuando el costo-beneficio les siga siendo favorable.
Sigue la dinámica legislativa
Si bien un cambio en la política de alianzas electorales de los partidos no significa el fin de los actuales bloques legislativos, sí tendrá relevancia en cuanto a la mayoría calificada que Morena busca mantener en la segunda mitad del sexenio de Sheinbaum.
El doctor Gustavo López Montiel, académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, quien indica que estos replanteamientos por parte de los partidos políticos parecen quedarse en el aspecto electoral.
“La parte legislativa actual se va a mantener. O sea, se va a mantener hasta el punto como se ha hecho. A veces el PRI vota con Morena, a veces Movimiento Ciudadano. En realidad la parte legislativa tiene otra dinámica”, subraya.
Argumenta que en las cámaras del Congreso los partidos reconocen que no necesariamente juegan el mismo papel en todas las votaciones y se establecen alianzas “en términos de la forma en la que se presentan las propuestas”.
Reforma electoral y ruptura total
Dado que Morena necesita todos y cada uno de los votos del Partido Verde y el PT para modificar la Constitución, señala la relevancia que tendrá la iniciativa de reforma electoral que la presidenta Sheinbaum enviará al Congreso el año entrante.

Esto pues el rechazo del Verde y PT a propuestas como reducir los plurinominales y el financiamiento público a partidos llevó a Morena a replantear su posición inicial y anunciar ajustes a los planteamientos de la reforma.
“Si la presidenta logra plantear la reforma electoral como la está planteando, sí va a haber eventualmente algún tipo de rompimiento. No únicamente dentro de la alianza con el Verde o con el PT, sino también dentro de Morena”, adelanta.
Por esta razón y por la eventual definición de candidaturas, adelanta que “el año que entra va a ser cuando ahí vamos a ver si rompimientos mucho más intensos que lo que vimos este año. Este año me parece que todavía tienen un colchón”.
