Laura Quintero
El desempleo ha aumentado en los últimos meses, sin embargo, la situación es más grave de lo que parece, pues el desempleo extendido alcanza a 10.80% de los mexicanos, es decir, no sólo los que declararon no tener un empleo, sino también a los que están disponibles para trabajar, aunque no buscan empleo por falta de oportunidades.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reporta que en septiembre 5.44 millones de personas no buscan empleo, pero están disponibles para trabajar, esto es 272 mil 194 más de las que había en el mismo mes del 2024.
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, ese grupo, conocido como población disponible, representa el núcleo del efecto desaliento: personas que no tienen empleo, pero han dejado de buscarlo porque consideran que no encontrarán trabajo.
Emiliano Jijón, tiene 28 años de edad, y tiene seis meses sin trabajar y a pesar de que hasta hace tres meses estaba buscando trabajo, hoy ya no, asegura que el mercado laboral está muy mal y que reanudará su búsqueda hasta el siguiente año.
“Las pocas ofertas que encontré pagaban muy mal, me ofrecieron trabajo hasta como becario, veo que el mercado laboral está muy mal. Ahorita prácticamente ya es final de año y las ofertas se reducen más, afortunadamente mi mamá me apoya y económicamente no tengo presiones, así que buscaré de nuevo el siguiente año”, comentó Jijón.
El fenómeno distorsiona las cifras de empleo: al no buscar activamente, estas personas no se contabilizan como desocupadas, lo que reduce artificialmente la tasa de desempleo oficial.
“Las estadísticas muestran menos desempleo, pero no porque haya más empleo, sino porque hay más desánimo”, señaló Siller.
De acuerdo con Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey, una parte importante del empleo que se ha generado durante el año proviene del sector informal, caracterizado por una baja productividad y salarios poco atractivos, lo que limita las oportunidades de mejora económica para los trabajadores.
“Esta falta de empleo de calidad le pega directamente a quienes se encuentran en búsqueda de una oportunidad laboral”, explicó el especialista.
Contexto: De acuerdo con datos del INEGI, la tasa de desocupación nacional se ubica alrededor del 3%, uno de los niveles más bajos desde 2005. Sin embargo, al integrar a la población disponible, la proporción de mexicanos sin trabajo o con desaliento laboral se triplica.

Domina informalidad y desanimo
El mercado laboral mexicano cierra 2025 en una posición frágil, afectado por el predominio de empleos informales, la falta de salarios competitivos y el desánimo de miles de personas que han dejado de buscar trabajo.
El economista detalló que la población no económicamente activa (PNEA), aquella que no trabaja ni busca empleo, incluye una gran proporción de mujeres dedicadas al hogar y al cuidado familiar. En este grupo, señaló, la falta de guarderías, horarios flexibles y transporte seguro impide su inserción laboral.
“Muchas mujeres simplemente no pueden hacer frente a estas condiciones y desisten de buscar un empleo formal que les ayude a cubrir sus necesidades”, añadió.
Programas y remesas amortiguan
Magaña también mencionó que los programas sociales y las remesas reducen la presión por buscar empleo, lo que contribuye al incremento de la población fuera del mercado laboral. Si bien reconoció que estos apoyos son positivos, apuntó que “sí contribuyen a que la población no económicamente activa continúe incrementándose”.
Además, el especialista destacó que el 55% de la población ocupada en México trabaja en la informalidad, lo que refleja la debilidad estructural del mercado laboral. La mayoría de estos empleos carecen de estabilidad, prestaciones y seguridad social, lo que deteriora la calidad del trabajo y limita la productividad del país.
Estudiantes sin oportunidades
Las cifras del Inegi muestran que los estudiantes que concluyen su formación universitaria enfrentan un mercado laboral reducido en oportunidades de calidad, con pocas vacantes alineadas a su preparación.
“Van a encontrar un mercado laboral con empleos de calidad reducida, lo que complica hallar una opción que corresponda a sus expectativas profesionales”, comentó Magaña.
Finalmente, advirtió que el cierre del año no mostrará un repunte en la creación de empleo, ya que la economía mexicana mantiene un crecimiento débil y con señales de estancamiento.
“La economía viene creciendo, pero a un ritmo menor, y eso provoca que se generen menos oportunidades de empleo”, concluyó.
