Reclamos contra violencia e impunidad dominan marcha; infiltrados provocan violencia en Zócalo

Share

Erik López

Decenas de miles de personas de diversas edades y condiciones sociales marcharon ayer desde el corazón de la avenida Reforma en la capital del país hasta la palza del Zócalo, con exigencias ligadas a  inseguridad,  violencia política, impunidad y la indignación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.

Cuando el grueso de la columna colmaba a medias la plancha del Zócalo, hombres y mujeres embozados atacaron a policías. Al menos 120 personas, policías y civiles, fueron reportadas heridas; 60, en su mayoría policías, requirieron atención hospitalaria. Se informó de 20 personas detenidas. 

Durante los hechos de violencia fueron derrumbadas varias vallas metálicas, así como choques entre esos grupos y efectivos policiales que lanzaron gases lacrimógenos. Ante la tensión suscitada, la multitud se dispersó con rapidez. La Silla Rota recogió en video testimonios de jóvenes y otras personas que denunciaron haber sido golpeadas o  violentadas por efectivos policiales durante los enfrentamientos. 

La protesta había sido reivindicada anticipadamente desde redes sociales por el llamado movimiento “Generación Z” (que utiliza pancartas con un personaje de la caricatura o “anime”  oriental “One Piece”), pero ese emblema se confundió entre imágenes que aludían al sombrero ensangrentado del alcalde Mazo;  largas mantas con críticas a la clase política, en particular al partido Morena; al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, e incluso fue posible detectar estandartes que mostraban a la Virgen de Guadalupe.  Entre las demandas no destacaron las que pudieran ligarse a grupos de uiltraderecha, señalados en los días previos como instigadores de la manifestación. 

La vanguardia de la marcha que partió del Ángel de la Independencia hacia la encabezó una señora de la tercera edad identificada como “Raquel” y como abuela del cittado Carlos Manzo. Avanzó en una silla de ruedas mostrando una fotografía grande del edil victimado.  

La columna incluyó a jóvenes “Z” (entre 13 y 28 años), pero los grupos mayoritarios encajarían realmente entre las generaciones “X” (nacidos antes de 1981), “Millenials” (30-45 años) e, incluso, “baby boomers” (58-76 años). Podría decirse que representaban a la diversidad de estratos sociales. La marcha inició a las 11:00 horas y avanzó por Paseo de la Reforma, avenida Juárez, Eje Central y finalmente la avenida 5 de Mayo, hasta llegar al Zócalo capitalino. 

A las 12:00 horas, cuando los primeros manifestantes pisaron la plancha del Zócalo, el ambiente era el de una marcha pacífica. Las vallas metálicas colocadas días antes para proteger Palacio Nacional se mantenían en pie, custodiadas a distancia por policías.  

El punto de quiebre se dio cuando el referido grupo de encapuchados comenzaron a golpear, a aventar objetos de todo tipo hacia el otro lado del muro, en donde decenas de elementos policiacos habían sido apostados. El grupo de violentos tomó todo lo que a su paso encontraron: tapas de coladeras, piedras, vallas metálicas pequeñas, piedras, palos y lanzó incluso petardos, entre otros. Fueron repelidos con gases lacrimógenos y pimienta, además de con espuma de extintores. 

Hacia las 16:00 horas, las primeras filas policiales se acercaron para reforzar el cerco. Hubo empujones, lanzamiento de piedras desde ambos lados y golpes.  Algunos elementos de la policía perdieron sus escudos y radios durante los forcejeos. Un número no determinado de civiles también resultaron heridos.  

Mientras la pelea campal se extendía junto a las vallas que resguardaban Palacio Nacional, las personas comenzaron a retirarse del lugar. Grupos de manifestantes corrieron hacia 20 de Noviembre y 16 de septiembre para resguardarse.

La marcha tuvo manifestaciones en Michoacán, Jalisco, Querétaro, Puebla, Veracruz, Guanajuato y Chihuahua, entre otros estados. 

A las 16:00, las primeras filas policiales se acercaron para reforzar el cerco. Hubo empujones, lanzamiento de piedras desde ambos lados y golpes aislados. Algunos elementos de la policía perdieron sus escudos y radios durante los forcejeos. También civiles resultaron heridos en medio del intercambio.

Erik López/La Silla Rota

Los enfrentamientos se intensificaron alrededor de las 16:30, con nubes de polvo y golpes de ambos lados. Grupos de manifestantes corrieron hacia 20 de Noviembre y 16 de Septiembre para resguardarse.

Se van contra los jóvenes

Elementos de la policía se fueron en contra de cuanto joven se les atraveso. Una joven narró a La Silla Rota cómo es que fue jaloneada y tomada del pelo, le quitaron su teléfono. 

“Comenzaron a acorralarnos los granaderos, nosotros no estábamos haciendo nada, pero le pedí a mi mamá que grabara todo porque empezaron a agarrar a chavos y patearlos en la cabeza y a señores, agarraron parejo y me espanté; le dije a mi mamá: “graba” … me arrebataron mi teléfono y me dijeron que me fuera a la chingada y si no, iba a valer madre; yo le dije que solo me devolviera mi teléfono”, relató una joven.

La policía se fue contra todo joven que estaba en la manifestación. Quien lanzaba reclamos era agredido; si tomaban video, se los arrebataron; peor, fueron tirados al piso y golpeados.

Otro joven, que omitió su nombre, relató que vio el momento en que una joven y su madre eran agredidas por elementos de seguridad. Al querer defenderlas, fue tomado por la policía, se le tiró al piso y comenzaron a golpearlo. Con el rostro ensangrentado lo narró a La Silla Rota.

El saldo oficial

En conferencia de prensa, horas después de la confrontación, el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, describió la marcha como un ejercicio que transcurrió “de manera pacífica durante muchas horas”, hasta que, un grupo “violento y organizado” inició las agresiones contra los policías.

El saldo: 120 personas heridas de las cuales 100 son policías y 20 civiles; 40 detenidos.  Del total de heridos: 60 policías y 20 civiles fueron atendidos en el lugar, en tanto que 40 elementos de seguridad fueron trasladados a hospital, de los cuales, al menos cuatro son atendidos por traumatismo.

Vázquez detalló que 800 elementos participaron en el operativo inicial y que el despliegue aumentó cuando comenzaron los disturbios. Confirmó que entre los objetos asegurados había piedras, palos, cadenas, martillos, radios robados a elementos y coladeras arrancadas de la plancha del Zócalo.

También informó que 20 personas fueron detenidas por presuntos delitos como lesiones, robo y daños, y otras 20 por faltas administrativas. La Fiscalía capitalina abrió carpetas de investigación.

El secretario afirmó que los policías “actuaron solo para contener y nunca para reprimir” y atribuyó la responsabilidad de la violencia a quienes, dijo, “asusaron” la convocatoria y alentaron la confrontación. Explicó que la Dirección General de Asuntos Internos El saldo oficial y la conferencia del Gobierno. 

Explicó que la Dirección General de Asuntos Internos revisará cada posible caso de abuso policial documentado en video.

Sheinbaum condena la violencia

La presidenta Claudia Sheinbaum hizo ayer mismo un llamado a la no violencia tras los sucesos ocurridos en el Zócalo capitalino. Durante una gira en Jonuta, Tabasco, reiteró su rechazo a cualquier acto de confrontación. “Decimos no a la violencia. Si uno no está de acuerdo, hay que manifestarse de manera pacífica; nunca hay que utilizar la violencia para cambiar; siempre por la vía pacífica”.   

La Secretaría de Gobernación emitió un posicionamientos en el mismo sentido, y reportó que en los actos violentos se utilizaron artefactos explosivos de fabricación casera, cohetones, herramientas y objetos lanzados contra los cuerpos de seguridad y contra personas que transitaban por el Zócalo capitalino.

A su vez, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) reconoció el disenso como parte fundamental de una sociedad democrática; no obstante, manifestó su preocupación y condena a las expresiones de violencia aislada registradas.