Sequía, precios bajos y descontrol en importaciones agravan crisis en el campo, advierte Agustín Espinoza Lagunas
Culiacán, Sinaloa.- La caída del 57 por ciento en la producción de maíz blanco en Sinaloa durante las últimas dos décadas constituye una catástrofe agrícola que amenaza con convertirse en una alerta alimentaria nacional, advirtió Agustín Espinoza Lagunas, secretario general de la Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina (COUC) en Sinaloa.
Basado en datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el dirigente señaló que esta reducción histórica, al pasar de 3.2 millones de toneladas métricas en 2004 a apenas 1.8 millones este año, es reflejo de una situación crítica generada por la sequía, la falta de agua en las presas y la falta de políticas efectivas por parte del gobierno federal.
“Nos está secando el alma y el sustento”, expresó Espinoza Lagunas, al destacar que las presas agrícolas del estado registraron apenas un 6.3 por ciento de almacenamiento al cierre del ciclo, el peor registro en los últimos 30 años. Esta situación, dijo, no solo ha mermado los rendimientos sino que ha disparado los costos de producción, llevando a muchos agricultores a operar con rentabilidad negativa.
A la crisis hídrica se suma el desplome de los precios de comercialización. Según el dirigente campesino, actualmente las bodegas ofrecen entre 6 mil 100 y 6 mil 200 pesos por tonelada métrica, y el mercado directo paga hasta 6 mil, cuando los productores necesitan al menos 6 mil 500 pesos para cubrir costos.
Espinoza cuestionó también la falta de acciones concretas por parte del gobierno para frenar las importaciones de maíz amarillo, cuya entrada masiva por los puertos de Topolobampo y Guaymas está afectando gravemente la comercialización del maíz nacional. En abril de 2025, México importó 316 mil toneladas de maíz blanco desde Estados Unidos, frente a las 97 mil toneladas registradas en el mismo mes de 2023, según cifras del GCMA.
“La importación no es la solución, es un parche que debilita nuestra soberanía alimentaria”, afirmó. Aunque reconoció como un paso positivo la reciente reunión de la presidenta Claudia Sheinbaum con actores de la cadena maíz-tortilla, advirtió que no debe sacrificarse al productor para estabilizar el precio al consumidor.
El representante de la COUC hizo un llamado urgente a las autoridades, productores, compradores y organizaciones para articular una estrategia integral que garantice precios justos, regule las importaciones y reactive la producción nacional del maíz blanco.
“La voz del campo no debe ser ignorada. Necesitamos defender nuestra tierra, nuestra producción y la soberanía alimentaria de México”, concluyó.