La narrativa del gobernador ¿De dónde saca esas cuentas?

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Jose Luis López Duarte.

Sinaloa no padece solamente la desgracia de la crisis de inseguridad y violencia que en tres semanas cumplirá su primer año en el máximo esplendor; también sufre la crueldad de un Gobierno Federal que ni se ruboriza ni se abochorna del desastre social que vive Sinaloa. Tan es así que no atiende los problemas más sencillos, como la crisis de la producción de granos y hortalizas que viven los agricultores, ni los resultados del sistema de salud saqueado y maltratado por la Cuatro T, para cerrar el ciclo con un gobernador del estado que no entiende que si hay algo donde siempre se debe hablar con la verdad, por más cruda que sea, esta es en el servicio público. Sí, en el servicio público es donde nunca se debe mentir y mucho menos engañar a la gente con un cúmulo de falsas promesas.


Es cierto que en muchas ocasiones, por la misma naturaleza del hombre que siempre piensa que tiempo más promisorio es el futuro, se promete y compromete tanto la voz del jefe de familia como la del cura de la iglesia o el santón del pueblo. Pero insisto, ningún servidor público tiene derecho más que a hacer lo que la ley le manda y dentro de los alcances de sus posibilidades.


Por eso irrita sobremanera los desplantes de que ya tienen el cuerno de la abundancia y que los bienes llegan para remediar los males como aquellos magos que sacan un conejo de un calcetin y con ellos rescatan su fama perdida, aunque el público sea comprado.¿Quién va a creer que Rubén Rocha ya es el tercer mejor gobernador del país? ¿Quién acaso piensa que los ciudadanos son tontos, ciegos y necios, que no se dan cuenta de que en la guerra entre narcos en gran medida ellos son responsables? ¿O quizá creen que con una fiesta del 15 de septiembre la gente volverá a reír y disfrutar la vida sin zozobra y en paz? ¿Que no se han dado cuenta de que Culiacán está destrozado económica, social y moralmente por la derrota y el daño tan grande que ha sufrido?No, definitivamente no; el gobierno debe ser más humilde y proactivo.


No pueden seguir organizando campañas electorales anticipadas porque es una burla, un engaño de vida, más aún cuando en este gobierno esos políticos como Rocha, las Lmeldas, los Felicianos y los Inzunza, los que han fracasado, los ineptos para gobernar, incapaces para gestionar políticas públicas…Iros son tanto que, de manera callada y hasta pusilánime, admiten todo lo que les ordena el Gobierno Federal, hasta quitarle recursos a Sinaloa para dárselos a otros estados cuando les reducen las transferencias federales; que incluso lo aplaudan sin decir nada.Creen que la deuda de 1200 millones que les autorizó el congreso del estado les va a ser suficiente para cubrir ese déficit que les ha quitado la federación, y menos va a ocurrir cuando el 80% de ese crédito está destinado a cuatro grandes obras urbanas para beneficio directo de grandes desarrolladores y constructores de vivienda.


No se dan cuenta, pues, de que las heridas de Culiacán y Sinaloa son tan profundas que, como en Ciudad Juárez, duraron más de una década en sanar. Y eso es un cálculo, si el gobierno cambia su actitud indolente, contemplativa e irresponsable, pero eso es muy difícil que ocurra, por lo que a Culiacán y anexos todavía les dura mucho más su amargura.Y así andan regando confeti por todo Sinaloa; vaya que son unas caraduras.