Presiones ambientales merman la presencia de abejas en México

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Ángela Chávez

De acuerdo con el Mapa mundial de abejas se calcula que podría haber alrededor de 25 mil especies en el planeta, México tiene 10 por ciento de esa riqueza, es decir, dos mil 46 registradas

En México existen más de dos mil especies de abejas productoras de miel, pero problemas como el cambio de uso de suelo y el empleo indiscriminado de insecticidas se han convertido en una gran amenaza para este insecto que es uno de los principales polinizadores junto contras especies, advirtió el experto en el tema e  investigador del Instituto de Biología, Ismael Hinojosa Díaz.

En un comunicado de la UNAM, recordó que se deben hacer acciones y conciencia sobre el cuidado de la función esencial de los polinizadores en México, por lo cual se creó el Día Nacional de las Abejas, que se celebra cada 17 de agosto. Cabe recordar que en 2017 la Cámara de Senadores declaró dicha conmemoración para conservar sus poblaciones y asegurar la permanencia de sus servicios y productos.

El experto en el tema señaló en el documento que de acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, aproximadamente 40 por ciento de las especies de polinizadores invertebrados se encuentran en peligro de desaparecer debido a presiones ambientales, producto de la actividad humana.

Señaló que casi 90 por ciento de las plantas con flor dependen de los polinizadores, así como 75 por ciento de los cultivos más importantes del mundo que proporcionan frutas, hortalizas, frutos secos y semillas para consumo humano, apunta el universitario.

En el comunicado de la UNAM se informa que de acuerdo con el Mapa mundial de abejas, elaborado en la Universidad de Singapur sobre los registros de estos insectos, se calcula que podría haber alrededor de 25 mil especies en el mundo, de ellas México se tiene más o menos 10 por ciento de esa riqueza, es decir, dos mil 46 registradas.

“Las disminuciones de poblaciones, inclusive de la abeja de la miel, tiene que ver con el cambio del uso de suelo de las zonas naturales donde antes vivían. Por ejemplo cuando un bosque nuboso lo transforman en un huerto inmenso de producción de aguacate, en el cual aplican agroquímicos que ponen en riesgo a los polinizadores. Esto afecta a las especies nativas y a las productoras del endulzante”, señala Hinojosa Díaz.

También se destaca que estos insectos, abunda, tienen diversos aspectos: hay de colores metálicos, verdes, morados, rojas, negras, totalmente amarillas, peludas, sin pelo, de tres milímetros a cuatro centímetros, la mayoría ni siquiera vive en colonias con reinas y obreras, sino solas y no tienen aguijón.

Según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la miel producida por especies endémicas, como las que no poseen aguijón (Melipona beecheii), es mejor cotizada en el mercado internacional que la producida por la europea, lo cual beneficia a apicultores de la península de Yucatán, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Guerrero, Tabasco, Oaxaca, Michoacán y Chiapas.

El doctor en entomología destaca que se debe entender que aún en las ciudades se puede ayudar en su conservación, por ejemplo cuidando plantas como las campanillas, romero, salvia y flores de cultivos como pepino, calabaza o coliflor.

Para preservarlas hay que aprender sobre estos insectos y su papel en los ecosistemas, conocer que hay muchos tipos y colocar plantas nativas en los jardines de casas o departamentos, sugiere.

El investigador precisa que también es oportuno ofrecerles lugares donde vivir, pues contrario a la idea común del panal en un árbol, la mayoría anidan en el suelo donde encuentran cavidades, ya sea entre casas, edificios u oquedades.

“Tenemos que cambiar la idea de la estética de la naturaleza urbana donde todo es limpio y ordenado; hay cosas que más que bonitas deben ser funcionales para que la naturaleza pueda florecer y, en este caso, las abejas tengan lugares donde alimentarse y descansa”, concluye el especialista en el tema.