Belisario de la Fuente
El Senado inicia una etapa marcada no por reformas o puntos de acuerdo en favor de México, sino por escándalos. La vinculación del coordinador de Morena, Adán Augusto López, con Hernán Bermúdez Requena, líder de La Barredora, no es un dato menor: es una fractura institucional.
¿Con qué autoridad va a conducir la Junta de Coordinación Política? ¿Cómo va a dialogar con las otras fuerzas políticas, con sus propios aliados, con el gobierno… y sobre todo con la presidenta Sheinbaum?
Adán Augusto contrató a Bermúdez Requena como secretario de Seguridad de Tabasco, a pesar de que había sospechas de vínculos con actividades criminales. Lo mantuvo en el cargo tres años antes de irse como secretario de Gobernación de López Obrador. En los tres años que estuvo el líder de La Barredora al frente de la seguridad, en las estadísticas bajaron los homicidios pero en realidad se dispararon las desapariciones, ocultando la realidad. Lo que es inocultable para la población de Tabasco son los intolerables índices de violencia que tanto dolor provocaron en las familias.
La confianza no se decreta. Se construye. Y hoy, en el Senado, está en entredicho.
Velasco, el intrigante sin iniciativas
En este tablero de sombras, reaparece el siempre discreto —y cada vez más tenebroso— Manuel Velasco, coordinador del Verde. No ha presentado una sola iniciativa propia, no sube a tribuna a los debates, solo juega su papel de palero del régimen. Se mueve entre los escaños como operador de silencios y favores. ¿Qué papel jugará ahora que su aliado está bajo fuego?
Los senadores que quieren gobernar
El Senado se convierte en trampolín para las gubernaturas. Desde Aguascalientes, Toño Martín del Campo (PAN) reaparece con disciplina y cálculo: hace cuatro años, con la intermediación de Santiago Creel, cedió el paso a Tere Jiménez, hoy busca cobrar esa factura y parece que la trae en la bolsa. A Toño siempre se le ve llegar puntual a las reuniones de comisiones y a las sesiones, toma la palabra y si habla en contra lo hace con respeto pero con argumentos, sin caer en insultos ni aspavientos. Por eso es respetado por legisladores de todos los partidos.
En Baja California Sur, Susana Zatarain, también del PAN, destaca por su liderazgo y cercanía en colonias y ejidos, aunque aún le falta proyección nacional. Pero tiene tiempo para cubrir esa carencia que finalmente también le redituará en buenos dividendos en lo local.
Y desde Chihuahua, Andrea Chávez se mueve con fuerza en redes y territorio, trae recursos y va avanzando en las encuestas, pero su cercanía con Adán Augusto López le suma ruido a su narrativa y podría convertirse en un socavón si no se desliga un poco de su jefe y aliado político.
Lo que viene
El Senado ya no es solo cámara alta. Es campo de batalla, pasarela política y, para algunos, refugio de sombras. Seguiremos presentando a los aspirantes. Porque entre los escaños, el futuro se decide… y también se intriga.