Las sospechas del traslado de “El abuelo”

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Antonio Valerio

Hernán Bermúdez Requena, el presunto líder del grupo criminal de ‘La Barredora’ en el estado de Tabasco y brazo derecho del exgobernador Adán Augusto López Hernández finalmente ya está en México. 

Fue traído de Paraguay en medio de un montaje mediático-judicial, cual película de Hollywood, al estilo de alguna de las cintas del clásico Al Pacino. Con todo y las imágenes desde el momento en que la policía paraguaya lo tomó por asalto en la mansión donde vivía con todos los lujos, y hasta el momento en que fue sometido pecho tierra.

A partir de ahí se anunció que sería extraditado a México, de acuerdo con todos los protocolos diplomáticos y migratorios, pero en cuanto él supo de la medida, la rechazó de manera tajante y fue entonces cuando se habló de dos o tres meses para su repatriación vía la diplomacia mexicana.

Pero oh sorpresa!!!! El gobierno paraguayo no acostumbrado a estar metido en problemas delictivos internacionales encontró de inmediato que su ingreso al país había sido irregular y anunció su expulsión inmediata al Gobierno de México. Y así empezó el periplo que lo trajo de regreso, para encarar a la justicia mexicana.


Sin embargo, la tardanza de su traslado no pasó desapercibida (29 horas de Asunción al penal de “El Altiplano” en el Estado de México) levantó todas las sospechas. La demora, las escalas y la logística del operativo alimentaron todas las dudas sobre posibles maniobras políticas o judiciales estratégicas. 


Nadie duda en este contexto que “El Abuelo” ya haya sido amenazado o aleccionado por personal de la Fiscalía General de la República, los encargados del traslado, para no hablar demás y no involucrar a su gran exjefe Adán Augusto López Hernández, quien quizás seguro que nadie lo tocará “Ni con el Pétalo de una Denuncia”, horas después se dio hasta el lujo de mofarse de las posibles declaraciones de su hijo político, quien terminará asumiendo la culpa de todo.

Un periodista le preguntó si no tenía miedo de que Bermúdez Requena “Cantara” y lo involucrara en sus declaraciones y seguro del manto de impunidad del que goza y muy quitado de la pena contestó: “Pues sabe cantar no…? Y no solo eso. También aseguró que no dejará su escaño en el senado de la República, porque al fin y al cabo ahí goza del famoso fuero…

Con todo ello, ahora vale la pena plantear y preguntar: ¿Alguien en su sano juicio piensa cree o se imagina que Adán Augusto López Hernández, podría pisar algún día una cárcel del país, o un penal de alta seguridad? Nada de eso y si bien le va a la justicia del país, apenas podría ser llamado a declarar y hasta ahí.

Nada de eso, al contrario. Vendrán las investigaciones, las audiencias del caso, la caída de más personajes de media y poca monta y así en unos cuantos meses el caso pasará al olvido como otros tantos. Al fin y al cabo, este país ha vivido siempre al ritmo de la impunidad a la más alta escuela de los políticos dentro y fuera del poder.